2016

2016

segunda-feira, 20 de outubro de 2014

Guia para seguir as provas de Ciclocros


1
Sin título
Si el baloncesto tiene la NBA o el automovilismo la Fórmula 1, en lo concerniente al ciclocross no cabe duda que el foco principal de atención a nivel mundial es Bélgica. Casi huelga decir que allí la disciplina es sagrada de lo manida de la frase, pero lo cierto es que la tremenda afición existente da lugar a una profesionalización desconocida en cualquier otro país desde el primer al último nivel. Por mera tradición, cuentan con la mejor y más prolífica cantera del planeta, las mejores estructuras especializadas y los mayores premios económicos, circunstancias todas ellas que atraen a especialistas de todas las latitudes a participar en su espectacular calendario. Es el primero en empezar –al menos en Europa– y el último en finalizar, cuenta con tres pruebas de la Copa del mundo y, además, los dos torneos más prestigiosos: Superprestige y BPost Bank Trofee.
Tanto uno como otro son el motor de la campaña en el Norte. Con ocho citas por barba, ocupan la práctica totalidad de los fines de semana desde octubre –fecha de su comienzo– hasta mediados de febrero –momento del punto y final–, reuniendo bajo su seno a casi todos los grandes nombres del ciclocross mundial gracias a varios aspectos: el interés publicitario que las marcas que patrocinan los equipos tienen en ambos torneos, los suculentos contratos que los gallos reciben de los organizadores y al propio valor deportivo que las carreras tienen por sí mismas, hoy por hoy en equilibrio entre ambas al contar todas sus citas con la categoría C1.
No obstante, el peso de la historia está del lado del Superprestige, primera de las tantas clasificaciones que a lo largo de los años han surgido y antigua Copa del Mundo oficiosa previa al surgimiento de esta. De hecho, hasta la consolidación de la nueva niña de la UCI, la disputa del Superprestige no se acotaba a los países del norte donde surgió. Ahora la ya disputada prueba de Gieten es la única salida que el circuito hace del suelo flamenco. Allí, la clasificación toma los tintes clásicos acordes con su carácter añejo, presumiendo de trazados que aúnan dureza y destreza a partes iguales y de un sistema de puntuación típico e invariable casi desde sus orígenes, que otorga entre 15 y 1 puntos a los quince primeros por lance.
Un sistema que contrasta con el de su rival por copar la segunda plaza en importancia. Heredera del campeonato organizado por la Gaceta de Amberes, la llegada de BPost Bank como impulsor del torneo ha dado el espaldarazo definitivo al mismo para poder mirar de tú a tú al Superprestige. Acotada en sus inicios a la región amberesa y prácticamente a ciclistas belgas, su gran crecimiento –este año, de hecho, ha “robado” la cita de Hamme-Zogge al Superprestige– se debe al aumento de premios y lo innovador de su desarrollo. Tal es así, que cuenta con una clasificación de metas volantes y la general se decide, como si de una prueba de carretera se tratara, por la suma de los tiempos en todas las carreras.
ass
Estos son los dos grandes eventos en los que se han forjado todos los grandes campeones de las últimas décadas y que, al igual que en pasadas campañas, cubriremos de forma especial y prácticamente equivalente que a la Copa del Mundo. El grueso del calendario de las grandes estrellas de las ruedas anchas que, no obstante, no es más que la punta del iceberg de su intenso y mastodóntico invierno, con una media de dos citas internacionales por semana que complementan los tres grandes trofeos.
De entre todas ellas, las más importantes son las pertenecientes a las Soudal Classics, disputadas en ciudades como Amberes o Lovaina, con contratos muy golosos y televisadas al igual que las anteriores, aunque sin ninguna clasificación que dé lugar a un vencedor final de las mismas y en las que compiten conjuntamente –incluso en la Copa del Mundo de Namur– élite junto a sub23. Son el principal escaparate que las promesas poseen a lo largo de la temporada para brillar, aunque no el más propicio, que se encuentra en los comúnmente conocidos como critériumcross. Estos, habitualmente de categoría C2 y con participaciones mucho más discretas que sus homólogas, completan las fechas libres tanto en Bélgica como en Países Bajos y para muchos no son más que meros compromisos en los que ni el ritmo es excesivo ni los circuitos complicados, pero en lo que se reparten de igual forma puntos y victorias. Todos ellos clave en la preparación de cara al objetivo vital de la campaña de sus mayores protagonistas, y únicas paradas por encima de sus tradicionales torneos: Nacionales y Mundial.

Sem comentários:

Enviar um comentário