Construcciones Paulino domina la Vuelta a los Pinares Segovianos
La Vuelta a los Pinares Segovianos volvió a reunir a corredores Sub23, Élite y M30 como sucediera el año pasado, donde se impuso Pispajo con aparente superioridad sobre el resto. Participación de lujo con casi 200 corredores, la mayoría “amateur”. Recorrido de 120 km sin grandes dificultades orográficas, pero que terminaba con tres vueltas alrededor del circuito de la Fuencisla, con su dura subida empedrada.
A tenor de la clasificación, el equipo Rimo – Construcciones Paulino dominó la carrera, ya que colocó a cinco de sus corredores en los cinco primeros puestos de la clasificación. El vencedor fue David Francisco, seguido por Noel Martín y Jaime Vergara.
Para encontrar al primer M30 tenemos que irnos al puesto décimo tercero, Andrés Tomás Flor (Salchi), segundo fue Rafael Pérez (AC Marriott) y tercero Juan Carlos Fdez “El Puma” (G.D. Orquín).
En cuanto a los Sub23, el primer clasificado llegó en el undécimo puesto absoluto: Juan Manuel García (Ciudad de Oviedo), seguido por José Luis Cobo (Andalucía) y Andrés Alayón (Rimo – Construcciones Paulino).
El próximo sábado el pelotón M30 y M40 tiene la revancha en el Gran Premio Cristo del Caloco. ¡Chavales preparaos que vamos a llevar refuerzos
Crónica del Trofeo Villa de Coreres 2015
En un día caluroso y sin viento, el Campeonato de Castilla y León disputado en Coreses transcurrió como se preveía, una carrera muy rápida con llegada al sprint de un grupo bastante numeroso. La victoria fue para el habitual corredor de ciclocross asturiano Pablo, por delante de Antonio Martín “Pispajo” (Rock Sierra) y Miguel Ángel Andrés “Miguelín” (Más Madera – Floor Step).
En torno a un centenar de corredores acudió a Coreses para disputar el campeonato regional. Además de los equipos y corredores locales, también se acercaron madrileños como el Getafe y asturianos como Guía Color o Garaje Paco. Discobolo, D’Castro, Universidad de Valladolid, HyD, Loterías Nº2 de Astorga, Más Madera, Matalacarrera… eran otros de los equipos que acudieron a la carrera. Primer día en el que los protectores solares sustituían a las cremas calentadoras ya que el sol lucía con fuerza y la temperatura era alta, en torno a los 25º C.
Salimos con bastante retraso camino de Zamora. Tras unos cuatro kilómetros neutralizados, el coche que abría la carrera dió el banderazo de salida y aceleró la marcha. Tímidos ataques iniciales que, como de costumbre, no consiguieron abrir hueco ya que las fuerzas en el pelotón estaban intactas. Sorprendieron un par de arrancadas de Pispajo, que pusieron las orejas tiesas y las piernas temblorosas al pelotón. El recorrido se podía considerar llano, pero Pispajo aprovechaba cualquier repechillo para estirar el paquete, como hizo por ejemplo en las calles de la capital zamorana.
Más Madera – Floor Step había tomado la cabeza del pelotón y marcaba el ritmo en estos primeros compases. Aunque la carrera marchaba controlada, no faltaban corredores que intentasen marcharse en solitario. Craso error en mi opinión, pues una cosa es saltar del grupo, y otra mantener el esfuerzo y luchar contra un equipo al completo, más aún cuando este es tan numeroso como el vallisoletano.
En el kilómetro 25 el Getafe quiso tomar la alternativa dando lugar a cierta tensión, ya que en los primeros momentos no parecían claras las intenciones de los madrileños. No sabíamos si querían colaborar con el Más Madera para llevar la carrera controlada o si por el contrario querían dinamitarla y facilitar la escapada de algún grupo reducido. Finalmente parece que optaron por la primera opción, aunque no llegaron a ponerse de acuerdo con Más Madera para colaborar. El pelotón llegó compacto hasta Benegiles donde giramos y entramos en una carretera descarnada que incluía un pequeño repecho. Luis Miguel Peñas estaba cerca de la cabeza de pelotón y parecía que podía arrancar, como así hizo, haciendo que el pelotón se estirase pero sin llegar a cortarse. Más Madera volvió a tomar las riendas de la carrera que se dirigía al primer paso por Coreses, lugar donde estaba situada la meta volante. A tres km de distancia arrancó José Antonio Cavero (Loterías Nº2) sin que la cabeza del pelotón reaccionase. Un corredor sólo no iba a ningún sitio, pero Cavero tenía claro el destino de su viaje, la meta volante que logró con relativa facilidad. Mientras, el paso del pelotón fue algo caótico, con mucha lucha por un premio que ya tenía ganador aunque muchos no se hubieran dado cuenta. Comenzamos la segunda parte de la carrera con la incorporación de los M50 y M60 y con otro arreón de Pispajo aprovechando el giro en Fresno de la Ribera donde había otra tachuelilla. La carretera seguía subiendo hacia Pozoantiguo y el ritmo continuó siendo bastante exigente. El pelotón había perdido muchas unidades, lo cual hacía que no fuera posible descolgarse mucho en las subidas, ya que el peligro de quedar cortado estaba muy presente. La presencia de los corredores del Más Madera ya no era tan constante como en la parte anterior de la carrera, aunque seguían contando con muchas unidades en el pelotón. Era Mario de Dios el que se ponía en cabeza y el sólo marcaba el ritmo del grupo. Comenzaba la guerra de guerrillas y algunos corredores lograban abandonar por unos momentos la cabeza del pelotón, pero sin que este les perdiese de vista ni aquellos estuvieran fuera del rango de alcance de una arrancada desde la cabeza del grupo. Llevábamos unos 70 km y quedaba muy poco para la meta, o eso creíamos algunos, ya que no sé porqué pensábamos que la carrera tenía sólo 88 km cuando en realidad pasó de 100. En la ZA-713 se produjo la que se puede considerar como escapada “buena”, por la izquierda salían Luis Ángel Vázquez (Loterías Nº2) y Manuel Álvarez (Discóbolo) mientras por la derecha lo hacía el que escribe, Jesús Ángel (Univ. de Valladolid). Los tres nos entendimos bien y abrimos un ligero hueco. Más tarde llegaron José Ántonio Castilla (Garaje Paco) y Josué (Más Madera), que también pasaron a colaborar en los relevos. Llegamos a contar con una buena ventaja, pero nos fallaron las fuerzas y los corredores del Getafe, que no habían metido a nadie en la escapada, terminaron por abortar la fuga cerca de Benegiles. Llegados a ese punto parecía que la carrera se iba a decidir al sprint, como así fue. Sin embargo no faltó la lucha por intentar que no se cumpliera el guión previsto. Todos los intentos fueron en vano y finalmente la victoria se decidió en un sprint muy loco, sin ningún control, pero afortunadamente sin caídas. Pablo, habitual corredor de ciclocross asturiano, logró entrar bien colocado en la última curva situada a unos 150 m de la meta y pudo defender la posición frente a Pispajo y Miguelín, que hicieron segundo y tercero respectivamente. Por detrás hubo que lamentar el accidente de una moto que llevaba a uno de los jueces árbitros. Un corredor del Loterías Nº2 hacía el afilador cuando rodaba junto a Félix Domínguez (Norinver) obligando a detenerse al coche que circulaba tras ellos. El conductor de la moto no se percató de la detención del vehículo y no pudo frenar a tiempo, impactando contra éste. El juez árbitro se golpeó en la cara y el motorista se lesionó en un brazo, esperamos que se recuperen rápidamente.
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